viernes, 27 de febrero de 2015

GRAN BRETAÑA Y SUS ALES

  
ALE DE BARRIL, TODA UNA TRADICIÓN INGLESA
         
Las Ales de Gran Bretaña son célebres. Es un hecho evidente que una de las grandes diferencias entre los ingleses y sus vecino del otro lado del Canal de la Mancha es que cuando hablan de cerveza están pensando en cosas diferentes; mientras que los ingleses se están imaginando una Ale, los franceses, alemanes, checos, belgas, holandeses, españoles e italianos lo que se les viene a la cabeza es una Lager. Siempre me ha parecido curioso el hecho de que en un mismo continente existan estas dos percepciones tan delimitadas geográficamente, así que vamos a averiguar cómo esta esto ¿les parece?
PARA EL FRIO INVIERO UN BARLEY WINE
         La cerveza no siempre fue la bebida nacional de la isla de Bretaña.  Antes del siglo 5, lo que se tomaba en esos lugares era Metheglin, una bebida alcohólica que hasta la fecha se fabrica de forma artesanal y que se obtiene fermentando miel con agua y alguna fruta, especia o grano. Con los años la elaboración de Ales se fue generalizando cada vez más hasta que se convirtió en la bebida británica por excelencia.   A partir de entonces nuestros flemáticos amigos han desarrollado una amplísima gama de Ales que por supuesto incluyen las muy polulares Bitter, las Pale Ale, las India Pale Ale, Mild Ale, Brown and dark ale, Ond y Strog Ale, Porters, Stouts y los socorridos Barley Wine para quitarse el frío y la depresión de los largos meses nebulosos del invierno.
ANTIGUOS PRODUCTORES DE ALE
         Algo que no muchas personas saben, es que originalmente las mezclas de Ale inglesas no contenían lúpulo.  Fue hasta el año de 1524 cuando inmigrantes flamencos provenientes de Bélgica, Holanda y Alemania se establecieron en la región de East Kent y empezaron a cultivar el lúpulo. Acostumbrados como estaban a tomar cerveza lupulizada en su región de origen, estos flamencos comenzaron a agregárselo a las mezclas inglesas obteniendo el característico sabor que ahora conocemos.  Esta fue la originalmente la distinción principal entre Ales y Cervezas; mientras que las primeras no contenían lúpulo, las segundas sí lo tenían. 
Durante muchos años estas dos formas de fabricar cerveza convivieron en Gran Bretaña, pero hacia el siglo 17 el lúpulo ganó la batalla y desplazó al viejo estilo. No obstante en el siglo 19 aun se fabricaban pocas Ales sin lúpulo.   Actualmente en el mundo conocemos a las Ales como un tipo de cerveza, sin embargo los ingleses aun consideran a la cerveza como una bebida ligera y a sus Ales como verdadera bebida más fuerte.
LAS ALES ESTAN DE VUELTA
Las cervezas tipo Ale han tenido un impresionante impacto en la cultura artesanal cervecera en América, especialmente en los Estados Unidos y todos los países que estamos metidos en el ajo. Durante décadas en este lado del mundo conocimos solamente cervezas tipo Lager ya que a partir de la invención de la refrigeración artificial en la Inglaterra de mediados del siglo 19, este estilo resulto fácil de producir en cualquier parte del mundo. Actualmente 8 de cada 10 cervezas que se consumen en el mundo son Lager.  Este impresionante dominio empezó a frenarse lentamente a partir de los años 80 a medida que la industria artesanal empezó a tomar forma y fuerza.  Las Ales han tomado muchos anaqueles en las licorerías especializadas y en los pubs y restaurantes en Estados Unidos, y empieza suceder lo mismo en México y en otros países de América aunque en una dimensión mucho menor.
Si te interesa leer un poco más sobre qué es un estilo de cerveza, te recomendamos que en el Blog EL CERVECIAFILO busques el tema ( http://cerveciafilo.blogspot.mx/2013/10/los-estilos-una-mordaza-la-creatividad.html ).
¿Tu probaste alguna cerveza nueva esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Paz y Trabajo para todos.



viernes, 13 de febrero de 2015

LA CERVEZA TAMBIEN MARIDA

         Por: Javier Sánchez Valenzuela     

       
  Siempre que en una conversación alguien empieza a hablar de “Maridaje” se da por hecho que están relacionando algún tipo de comida con algún tipo de vino. Pareciera ser que este término ha sido secuestrado por aquellos que se consideran bon vivant aunque sea de petatiux. Nada resulta más apantallante en una reunión que deslizar una comentario que ligue una botella de vino que recién se destapa con algunos platillos que seguramente en ese momento no tienen enfrente ¿no es cierto?
Existen volúmenes enteros que dedican su contenido a este tema, así como infinidad de programas de televisión que nos guían a través de los delicados y frágiles senderos de los sabores y los aromas que, igual que celestinas sensoriales, casan a nuestras neuronas aunque sea sólo durante el tiempo que dura una comida.
         ¿Quién me va a negar que unos taco de carne asada con una coca bien helada no es algo parecido a estar en el mismo cielo? O una Pizza con un vino rojo, o una comida china con una Cahuama, unos tacos de tortilla de harina con huevo y un café con azúcar y leche…mmmm ¡qué delicia!  Finalmente el maridaje es combinar dos o más cosas que nos causen placer al momento de comerlas. 
         Evidentemente en esto de los maridajes sucede lo de siempre: hay personas que les gustan los maridajes tradicionales y otras que les gusta explorar con sabores que antes no habían sido reunidos. Me ha tocado presenciar alegatas de personas que no conciben cómo alguien puede comer un filete de atún con algo que no sea un vino blanco, mientras que el indiciado está comiéndoselo con una malteada de fresa a un lado. En fin, cada quien tiene el derecho a hacer guerras dentro de su boca siempre que le provoquen placer.
         Generalmente todas las comidas pueden ser acompañadas por vino o por cerveza. El principal problema que tenemos en México en este aspecto es que prácticamente en ningún restaurante te venden más allá de dos o tres estilos de cerveza (todas lagers), mientras que frecuentemente la variedad de vinos es más amplia. Sin embargo es importante saber que si llegas a tener la fortuna de encontrarte uno de esos restaurantes librepensadores que venden marcas de todos lados ten la confianza de pedirle al mesero que te oriente. Es común que las
cervezas estilo Lager tradicionales se tomen como aperitivo, con platillos vegetarianos, mariscos frescos, carne asada, tacos al pastor y, por supuesto, con pizza  o comida oriental.  Los mariscos saben exquisitos con cervezas Stout y Porter, sobre todo las almejas y mejillones al vapor. Si vas a comer ceviche o pescado ahumado empújatelo con una Ale Roja e incluso con una Lambica belga. ¿Vas a comer pescado? Pide una Pilsner lupulizada. El pollo y el cerdo va perfecto con las Lagers maltosas o las tipo Viena (como la Bohemia, por ejemplo) y las Lagers obscuras como las marzen del Oktobefest. El cordero, la ternera o los cortes finos de res se lleva perfectamente con las Ales obscuras y afrutadas o con las Pale Ales. Las comidas picantes, como las que abundan en nuestro país, van a la perfección con las Lagers ambar u obscuras. Las ensaladas con las cervezas estilo Gueuze o las
Berliner Weisse e incluso las frutales de frambuesa, ahora que si la ensalada tiene nueces o almendras amárrala con una Brown Ale. Qué les puedo decir de los quesos, hay tantas posibles combinaciones como tipos de queso y cerveza. A este respecto el somelier y maestro cervecero británico Marc Stroobandt le ha dedicado mucho tiempo y dinero organizando en diferentes ciudades, incluyendo Nueva York, degustaciones muy completas donde marida a la perfección los quesos italianos y la comida con las cervezas artesanales del mundo con resultados sorprendentes.
         El maridaje de la cerveza con la comida se amplía ineludiblemente cada vez más en la medida en que conocemos más estilos de cerveza. Conocer más estilos de cerveza es hedonismo puro. Tus sentidos se agudizan y tus posibilidades de generarte placer se potencian, eso te lo garantizo.
        ¿Tu probaste alguna cerveza nueva esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Paz y Trabajo para todos.



martes, 3 de febrero de 2015

EL OTRO SAMUEL

         Por: Javier Sánchez Valenzuela



      Todo mundo conoce a Samuel Adams ¿cierto? Esa mega cervecería artesanal lidereada por Jim Koch y con base en Boston. Su calñidad y amplísima variedad de estilos es conocida y reconocida por cualquier tomador de buena cerveza, además de que la podemos adquirir prácticamente en cualquier changarro en Estados Unidos y en puntos de venta selectos en México. 
         Pues bien amigos míos, hoy no hablaremos de la cervecería que ostenta el nombre del héroe de la independencia estadounidense, sino que hablaremos del otro Samuel, uno con un poco más de años fabricando cerveza y que –dicho sea de paso – es una de mis marcas preferidas.
HISTÓRICO PUENTE DE TODCASTER
         Samuel Smith es la cervecería más pequeña en el pueblo de Tadcaster, Inglaterra, pero la más antigua en todo el condado de Yorkshire, el más grande del Reino Unido.  Ahí fue donde inició sus operaciones en el año de 1758 y desde entonces su gran orgullo es preservar los antiguos métodos de fabricación de la mejor cerveza británica.
         El agua de la región resulta ser uno de sus grandes atributos, y ésta la obtienen del mismo pozo perforado hace más de 250 años. Esta agua extremadamente frías y cristalina es filtrada de manera natural por el rico suelo de la región y le agrega altos niveles de minerales que, definitivamente, influyen en el sabor de sus cervezas.
LAS PILAS DE PIEDRA
         Otra característica esencial para producir sus cervezas la constituye su método de fermentación que se realiza en grandes recipientes hechos de piedra. Cada recipiente es lavado cuidadosamente a mano después de cada bachada producida y contribuye a la generación de una cerveza de cuerpo excepcional. Por supuesto la levadura también es importante, ésta no ha sido alterada desde finales del siglo 19, lo que la convierte en la cadena de levadura más antigua en todo el país. Otra característica de Samuel Smith es el uso de flores secas de lúpulo Kent, en lugar de pellets o cualquier otro tipo de extracto. Su procedimiento de secado ha sido trasmitido por generaciones hasta nuestros días.
         Samuel Smith es una de las muy pocas fábricas de cerveza que fabrica artesanalmente los tanques de cobre que utiliza durante el proceso.  Éstos recipientes son fabricados por obreros que mantienen viva la tradición y solamente la pasan a otro artesano después de 4 años de cuidadoso aprendizaje.
Cinco generaciones de la familia Smith han mantenido escrupulosamente la calidad de su cerveza a través de 258 años.  La familia maneja además una red de más de 200 pequeños pubs distribuidos en la región que exclusivamente ofrecen a sus parroquianos los estilos que ellos fabrican.
PARTE DE SU CATÁLOGO DE CERVEZAS
Samuel Smith es una marca que vale la pena probar, sobre todo si aprecias los estilos clásicos de cerveza fabricados en la forma tradicional inglesa (nada que ver con las adaptaciones hechas en Estados Unidos). Actualmente fabrica 15 estilos diferentes entre las que destacan, según mi muy particular gusto, la Taddy Porter, la Nut Brown Ale, la Oatmeal Stout y su delicadamente balanceada India Ale…ah! Y si encuentran la Cidra Orgánica que fabrican, no dejen de probarla.
¿Tu probaste alguna cerveza nueva esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
           Paz y Trabajo para todos.