viernes, 24 de febrero de 2012

RATEBEER HABLÓ


Por Javier “Sunshine II” Sánchez

      La competencia de cervezas más grande del mundo la lleva a cabo RATEBEER y, como cada año, los resultados ya fueron publicados.
            Para quienes no están muy familiarizados con este mundillo de la cerveza permítanme darles algunos antecedentes. Comencemos por aclarar qué es RATEBEER.
            RATEBEER es una comunidad virtual de amantes de la cerveza esparcidos por todo el mundo. Estos cerveceros integran un foro que originalmente tenía el objetivo de intercambiar información sobre cerveza. Este foro fue fundado por el señor Bill Bucharan en el año 2000, ese mismo año Bill Josh Oakes se convierte en editor en jefe y en 2001 el consultor en sitios web Joe Tucker se queda con la compañía. Actualmente esta organización manifiesta ser la más acertada y más visitada fuente de información sobre cerveza en este planeta. Hasta hace poco el número de cervezas que evaluaban eran 110,000 de 9,680 fabricantes. Es también considerada una organización “a prueba de manipulación”.
            La principal tarea de RATEBEER es exponer información cervecera en varias vertientes como, por ejemplo, Cuáles son las cervezas mejor evaluadas a nivel mundial, a nivel países, cuáles son las cervezas de temporada mejor evaluadas, cuáles nuevas cervezas existen, y otros datos muy interesantes. Asimismo cada año se encargan de publicar cuáles fueron las mejores cervezas y las mejor evaluadas en el mundo. Habrán de imaginarse que esta información causa gran expectativa entre los amantes de la buena cerveza, por lo que resulta todo un evento la presentación de esos resultados.
            Algo que llama la atención es la gran presencia que tienen los productores de los Estados Unidos. Esta tendencia ha sido muy notoria en la última década, ya que el dominio del viejo mundo se ha visto superado sensiblemente incluso en estilos que tradicionalmente eran vistos como eminentemente europeos. Vemos por ejemplo que en la lista de las mejores cervecerías del mundo las primeras 8 son estadounidenses: Tree Floyds Brewing Co., Founders Brewing Co. Bells Brewery, Ale Smith Brewing Co., Cigar City Brewing, Hill Farmstead Brewery, Stone Brewing Co. Y Russian River Brewing. De hecho dentro de las primeras 50 cervecerias del mundo 40 son de Estados Unidos.  Algunas de ellas, por cierto, muy cercanas a la  frontera de Baja California como son la Alpine Brewing Co. o la Stone Brewing Co.
Donde los datos se distribuyen más equitativamente es en los resultados de las mejores cervezas en general. Ahí vemos por ejemplo:
1.                    La No.1 es la Wastvleteren 12,  fabricada en Bélgica por Wastvleteren Abdij St. Sixtux.
2.                    Le sigue la cerveza sueca Närke Kagger Stormaktsporter.
3.                    En tercer lugar tenemos la cerveza americana hecha en Chicago Goose Island Rare Burbon Country Stout.
4.                    Le sigue la Founders KBS (Kentuky Breakfast Stout).
5.                    La Rochefort Trappist 10 fabricada en Bélgica.
Aun así, la presencia de los Estados Unidos es evidente ya que en las primeras 10 marcas, 6 son de nuestros vecinos del norte.


Lo triste de esta lista del 2012 es que México sigue sin aparecer por lo menos en los primero 50 lugares. No obstante que en nuestro país se instaló la primer cervecería del continente americano y que esta industria a lo largo de los últimos siglos tuvo influencias importantes de inmigrantes europeos, seguimos sin aparecer. El panorama cervecero en nuestro país durante el siglo pasado se vio dominado por los dos grandes monopolios que impidieron el desarrollo de la industria artesanal cervecera. Felizmente notamos que en los últimos años empieza a surgir un movimiento artesanal fresco y vigoroso que busca abrirse espacios en el mercado nacional. Lo vemos en Baja California, en Jalisco, en Querétaro, en Sonora, en el Distrito Federal, etc. Se empiezan a conformar asociaciones de artesanos que poco a poco avanza basándose en la calidad de sus recetas.
En fin, amigos cerveceros, RATEBEER ha hablado y vale la pena escucharlo. En el mundo de la cerveza las cosas se mueven rápido y es conveniente estar al tanto de las novedades. Los arengo a subirse a este cambio nunca visto en México. Todos saldremos ganando.
¿Tu probaste alguna cerveza nueva esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.


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jueves, 16 de febrero de 2012

CERVEZA PARA MACHOS CABRÍOS

Por Javier “Sunshine II” Sánchez

           
Si ustedes son de esos curiosos que llegan a los refrigeradores donde guardan la cerveza en cualquier mercado del otro lado y se ponen a ver las etiquetas buscando novedades, seguramente habrán notado que frecuentemente aparecen unas botellas que llevan debajo de la marca la palabra “Bock”, o “Bock Beer”. Y si además de curiosos son lo suficientemente osados como para comprar otra cerveza que no sea Light, entonces probablemente han probado uno de los estilos de cerveza más interesantes que existen.
La palabra “Bock” generalmente se asocia con una “Lager” fuerte, muchas veces obscura y sobre todo, relacionada con celebraciones especiales. Esto se debe a que este estilo, originario de la región de Bavaria, solía elaborarse hacia finales del otoño con las primeras maltas y lúpulos de la cosechas del año. Después se guardaba en barriles de madera que se almacenaban en heladas y profundas cuevas durante todo el invierno. Al llegar la primavera siguiente, en el día conocido como “Bock Beer Day”  se destapaba el primer barril dando así inicio a la temporada de “Bock” que dura alrededor de seis semanas. 
Hay muchas historias relacionadas con el origen del nombre de la cerveza. Es curioso ver que frecuentemente en las etiquetas de estas cervezas aparece un cabrón, es decir a un macho cabrío, embistiendo. Se decía que quienes tomaban algunas de estas cervezas se comportaban como jóvenes y juguetonas cabras que embestían por todos lados. Es conveniente aclarar que la palabra alemana para Cabra es Bock.
Otra historia dice que una vez un aldeano durante una competencia tomo tanta cerveza Bock que cayó de bruces al suelo y, mientras se encontraba en tan vulnerable posición, una cabra lo embistió por el trasero dejándolo tendido sobre el piso del lugar, con este incidente la cabra se hizo famosa y con ella el estilo de cerveza que había consumido borrachín.
Otra historia con tientes más geográficos, nos dice que su nombre deriva de la ciudad donde originalmente se fabricó: Einbeck, al sur de Alemania, que alguna vez fue la ciudad productora de cerveza más famosa de toda Europa y que los sureños del país pronuncia como “Einbock”. Otros asocian el nombre con el signo zodiacal de Capricornio por la época en la que se consume en algunas regiones de Alemania y, otros más, simplemente dicen que esta cerveza “pega” como una cabra.
 Sea cual sea la verdadera historia del nombre lo cierto es que este estilo de cerveza contiene un porcentaje de alcohol más elevado de lo normal. Este porcentaje ronda el 6 ó 7% APV y es quizá por eso que hasta la fecha quienes la toman se ponen a jugar como cabras retozonas.
Durante muchos años el estilo “Bock” fue una cerveza de temporada entre los inmigrantes alemanes en Estado Unidos, sin embargo durante la época de la prohibición de los años 20’s muchos productores cambiaron la fórmula para quitarle alcohol hasta dejarla como una “Lager” normal con un toque de color obscuro y más dulce que las originales.  No obstante las cervezas “Bock” en Estados Unidos y en muchas partes del mundo han tenido un importante crecimiento en las últimas dos décadas, de manera que es común encontrarlas en los refrigeradores de prácticamente cualquier supermercado. Incluso en nuestro país Bohemia ha producido una “Bock” dentro de sus estilos Premium que, desgraciadamente, es casi imposible de conseguir.
Dentro de este mismo estilo podemos encontrar también la “Doble Bock” que, como se imaginarán, contienen todavía más alcohol que una “Bock” regular.
La “Eisbock” es otra cerveza derivada de la “Bock”. Lo interesante de la “Eisbock” es que para aumentar su contenido de alcohol, la cerveza es congelada y, como el agua se congela antes que el alcohol, se va retirando el hielo y aumentando con ello el porcentaje de alcohol en la bebida. Dicen que esta forma de fabricar cerveza fue –como tantas cosas- producto de un accidente en el que un aprendiz de cervecero dejó unos barril a la intemperie en una fría noche invernal y al día siguiente descubrieron que el líquido que no se había congelado resultaba particularmente fuerte y delicioso.
“Meibock” también conocida como “Helles Bock” es la “Bock” preferida de mi amigo el Cheve Meister Mariano. Este estilo tiende a ser un poco más clara que una “Bock” normal pero ofrece el mismo sabor lupuloso y contenido de alcohol que también rondan en el 6%APV.
Las cervezas estilo Bock pueden tomarse durante el invierno y funcionan como reanimantes por su contenido de alcohol. Pueden tomarse para acompañar postres ya que se llevan particularmente bien con las comidas dulces. Una Doble Bock es un acompañante ideal para unos chiles en nogada, por ejemplo.
Prueben una cerveza estilo Bock. Son fáciles de encontrar en cualquier tienda de autoservico en la frontera del otro lado. Si encuentran una marca que en su etiqueta ostente que esta hecho bajo los estándares alemanes, mucho mejor. Afortunadamente las cervezas Bock han dejado de ser un estilo estrictamente temporal y podemos disfrutarlo a lo largo del año sin mayor problema.
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jueves, 9 de febrero de 2012

A SU SALUD, SEÑOR KRUEGER


Por Javier “Sunshine II” Sánchez

Gottfried Krueger
      Después del invento de la rueda posiblemente lo más trascendente para la humanidad entera fue inventar en qué envasar la cerveza. Si no se hubiera ideado esa solución, todavía tendríamos que ir a la fabrica de cerveza más cercana con nuestra jarra para que nos lo llenaran. No quiero ni imaginarme en esa situación.
            Sin embargo para fortuna de todos nosotros no faltó algún imaginativo emprendedor que se empeñó en encontrar la forma de hacerle llegar el preciado líquido a todo aquel sediento que lo requiriera. Así surge la primer botella…burda, rústica, poco higiénica, impráctica, tapada con un trapo…después los tapones fueron de cera, de madera o con un corcho. 
Poco a poco las técnicas se mejoran, sin embargo es hasta mediados del siglo 19 a son de la revolución industrial iniciada en Inglaterra, cuando en verdad esto se perfecciona: las máquinas empiezan a hacer de las suyas, se inventa la refrigeración y con ella la posibilidad de guardar la cerveza más tiempo del que antes podían imaginar y esto, a su vez, permite su transportación a lugares distants antes inalcanzables.
Décadas después y ante el embate de estos cambios era solo cuestión de tiempo que surgiera uno de los envases más populares del siglo pasado, un invento revolucionario que llevó a la industria cervecera, y a muchas otras industrias,  a alturas insospechadas. Me refiero a “el bote”, que este año cumple 77 años de haberse inventado.
            Cuando no existían envases que pudieran sellarse aislando su contenido del exterior, la cerveza se vendía en recipientes retornables que tenían que ser rellenadas en la fábrica, lo que impedía que el producto se vendiera muy lejos de la planta productora. En el siglo 16 la botella de cerámica o vidrio fue el primer intento por extender las posibilidades de comercialización hacia lugares más lejanos, pero era difícil mantener por mucho tiempo su contenido ya que no eran herméticas. La verdadera revolución en la comercialización de la cerveza llegó con la invención de el bote o lata, ya que fue el primer envase “no-retornable” que se lanzó al mercado.  Esta simple condición de deshechabilidad revolucionó la industria de la cerveza. La aciaga mañana del 24 de enero de 1935 llegó a los mercados de Estados Unidos la primer cerveza en bote, para finales de ese mismo año se habían vendido 200 millones. Para 1936 la lata se comercializó en Europa y casi de inmediato 23 cervecerías del Reino Unido ofrecieron su producto en este práctico empaque.
            En aquel momento la lata era muy diferente a la que conocemos actualmente. Para empezar tenía “cuello” tratando de emular a una botella. Estaban fabricadas de hojalata, pesaban 100 gramos, contenían .33 litros. y se cerraban con una tapa tipo corona.
            El diseño que actualmente conocemos tardó muchos años en desarrollarse. Todavía muchos de los que están leyendo este artículo recordarán las latas de hojalata soldadas con plomo y que requería de un destapador. Fue hasta 1963 cuando al Sr. Ermal Fraze se le ocurrió inventar la tapa con una argolla integrada que permitía jalarla hasta arrancarla dejando un orificio abierto por el que salía la cerveza. Además las latas ahora son en su mayoría de aluminio, lo que les da un peso de menos de 25 gramos y la argolla no se separa de la lata sino que queda pegada en ella. Existen avances cada vez más asombrosos, como por ejemplo la integración de capas protectoras interiores que aíslan totalmente al líquido del aluminio para proteger el sabor, o cápsulas de CO2 que al momento de abrir el bote lo liberan para darle un sabor como recién salida del barril. Actualmente el bote es responsable del 30% de las ventas cervezas del mundo.
            Quienes tomamos cerveza viviremos eternamente agradecidos a ese joven inmigrante alemán llamado Gottfried Krueger que a los 16 años se avecinó en Newark, New Jersey y fundó, al cumplir los 26, su propia cervecería. El espíritu emprendedor y la inventiva del señor Krueger revolucionaron la industria cervecera como muy pocas personas lo han hecho. Así que lo menos que merece Gottfried es que brindemos con él, dondequiera que se encuentre.
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jueves, 2 de febrero de 2012

FECHA DE CONSUMO PREFERENTE EN CERVEZA


Por Javier “Sunshine II” Sánchez

Todo en este mundo eventualmente se echa a perder…todo. Esto es particularmente patente cuando nos referimos a cualquier cosa que los humanos comemos o tomamos.  La cerveza por supuesto no es la excepción.
Nuestros sentidos han sido nuestros principales aliados para prevenir cualquier daño a nuestro organismo al avisarnos cuando algo que vemos a comer puede hacernos mal, incluso matarnos, por esto nunca debemos de hacer caso omiso cuando percibimos que algo anda mal.
Cuando tomamos una cerveza es importante estar consientes del estilo de cerveza que estamos tomando para no confundir las características propias de esa cerveza con síntomas de mal estado.  Es muy común que algunas personas regresen al mesero una cerveza de trigo porque la ven turbia y con sólidos en suspensión, cuando en realidad esa puede ser una de sus características. He visto a personas que rechazan una cerveza “azorrillada” sin antes verificar si ese es un olor propio del estilo que pidieron. Cuando pidan una cerveza que no conocen lo mejor es preguntar sus características para no llevarse sorpresas.
Un artesano productor de cerveza
La cerveza sí puede guardarse, pero no todas reaccionan igual ante el paso del tiempo. Las cervezas muy industrializadas de las macrocervecerías aguantan alrededor de 6 meses sin perder mucho de sus características originales, siempre que se les trata bien, es decir resguardadas del sol, refrigeradas, sin movimiento y en posición vertical. A diferencia de las botellas de vino, la cerveza no debe tocar las tapas de las botellas.
Las cervezas artesanales son las menos resistentes al paso del tiempo, debido a que no están pasteurizadas ni filtradas. Su elaboración manual no logra mantener por poco tiempo sus características originales una vez envasada. Algunas de estas cervezas tienen solamente unas semanas de vida antes de echarse a perder. Aunque las cervecerías artesanales, sobre todo las elaboradas en casa, pueden ser muy buenas, también es cierto que frecuentemente se contaminan en alguna parte del proceso por carecer instalaciones adecuadas, cuando esto sucede desarrollan un sabor avinagrado muy fácil de detectar. Lo más recomendable cuando se prueba una cerveza de este tipo es tomarla fresca y directamente del barril.
Pliny The Elder, entre más fresca mejor
Existes algunas cervezas que aunque no son caseras los fabricantes recomiendan que se tomen lo más frescas posibles, tal es el caso de – por ejemplo – Pliny The Elder, la icónica American Double/Imperial IPA elaborada por la cervecería californiana Russian River, que en su etiqueta especifica que esa cerveza fue hecha específicamente para ser tomada fresca y de ser posible directamente del barril.
Existen cervezas que si bien cambian con el paso de los meses y los años, no significa que se echen a perder. Muchas de ellas desarrollan sabores más complejos y completos. Algunas cervezas claras pueden perder algo de brillantez y transparencia debido a la unión de polifenoles y proteínas.
En muchos países las autoridades sanitarias han obligado a establecer en las etiquetas una Fecha de Consumo Preferente, que ronda el año a partir de su fabricación. Este período resulta en la mayoría de los casos tremendamente inexacto, no se dejen llevar por ese dato, ya que existen algunos estilos que pueden guardarse por años, incluso décadas sin que se dañen si se almacenan adecuadamente .
Las cervezas que aguantan más tiempo suelen ser las que tienen porcentajes de alcohol más elevados, pero también es importante anotar que existen otros agentes que inhiben el fácil desarrollo de microbios, como son el lúpulo, el dióxido de azufre, el dióxido de carbono y un compuesto fenólico que se encuentra en la cáscara de la cebada.
 Mi recomendación es que dejen que su paladar decida qué está bueno y qué esta echado a perder. Traten de no confundir el “No me gusta esta cerveza” con el “Esta cerveza está echada a perder”. Es posible algún estilo no sea de tu particular agrado pero esto no significa de ninguna manera que esté echada a perder.
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